¿Sabías que muchas fundas también ofrecen funciones adicionales? Hay modelos con soportes integrados para ver videos sin usar las manos, otras con espacio para guardar tarjetas, dinero o incluso llaves. Algunas fundas convierten tu móvil en un mini trípode para selfies o lo adaptan para usarlo con una sola mano. Y si hablamos de domótica, algunas incluyen soportes magnéticos compatibles con bases inteligentes, lo que facilita colgar el móvil en la pared o fijarlo en un soporte sin cables de por medio. También hay fundas con tecnología antimicrobiana, ideales para quienes usan mucho el móvil en exteriores o en entornos donde la higiene es clave.

Amigas de la batería

Aunque se habla mucho de fundas que podrían retener calor, también existen fundas diseñadas para mejorar la gestión energética. Algunas ayudan a disipar el calor con materiales especiales, y otras, más avanzadas, incluyen baterías integradas que amplían la autonomía del móvil sin tener que enchufarlo. Son ideales para viajes, días largos o para quienes usan su teléfono como cerebro central del hogar conectado. También hay fundas que protegen el móvil del frío, algo útil si vives en zonas donde las bajas temperaturas afectan el rendimiento de la batería.

Compatibilidad cada vez mejor

Hace unos años era común que las fundas interfirieran con cargadores inalámbricos o accesorios. Pero hoy eso ha cambiado. La mayoría de los fabricantes de fundas se aseguran de mantener la compatibilidad con carga inalámbrica, cargadores magnéticos y controles inteligentes, incluso con carcasas gruesas. Las fundas actuales están pensadas para convivir con un ecosistema tecnológico más amplio: desde soportes para bicicleta hasta accesorios domóticos como bases de carga, estaciones de control del hogar o sensores NFC para automatizaciones.